Letonia declaró ayer estado de urgencia en la zona cercana a la frontera con Bielorrusia, como respuesta a la llegada desde este país de migrantes de Oriente Medio, en su mayoría de Iraq.
Y es que en las últimas 24 horas, cerca de 200 migrantes entraron a esa nación desde Bielorrusia.
En tanto Polonia, que también comparte frontera con el país que gobierno Aleksander Lukashenko, anunció la llegada de 349 migrantes desde el viernes.
“El estado de emergencia significa que la frontera entre Letonia y Bielorrusia está prácticamente cerrada a todo el mundo”, declaró el primer ministro letón, Krisjanis Karins.
El estado de emergencia entra en vigor hoy y se prolongará hasta el 10 de noviembre. Las patrullas de policía fronteriza letona fueron reforzadas por soldados, policías y funcionarios de la agencia europea Frontex.
Letonia es un pequeño país báltico de 1.9 millones de habitantes que pertenece a la Unión Europea y a la OTAN.
LA CARAMBOLA POLÍTICA
El bloque del Viejo Continente acusa al régimen de Alexander Lukashenko de haber deliberadamente animado la llegada de inmigrantes ilegales como respuesta a las sanciones contra su país.
Y es que Bielorrusia cargó contra las nuevas sanciones adoptadas por Occidente, al que acusa de querer tumbar el régimen de Lukashenko, aliado incondicional de Rusia.
Un año después de las elecciones presidenciales en Bielorrusia que desataron la movilización de la oposición denunciando fraude electoral y la represión del Gobierno, Washington endureció el lunes aún más las sanciones estadounidenses en vigor desde 2006, apuntando a sectores claves de la economía del país.
Estas sanciones apuntan a una larga lista de responsables oficiales, sociedades, entidades y hombres de negocios que funcionarían como «testaferros» del régimen; lo mismo hicieron Reino Unido y Canadá.
Lukashenko, en el poder desde 1994, negó represión en el país y acusó golpe de Estado.
LEG