Foto: AFP | Isozaki. Su trabajo se considera un ejemplo de la arquitectura posmoderna.
Foto: AFP | Su trabajo se considera un ejemplo de la arquitectura posmoderna.  

El arquitecto japonés Arata Isozaki, ganador del premio Pritzker y creador del pabellón Palau Sant Jordi para Barcelona-1992, falleció a los 91 años en Okinawa, indicó el viernes su despacho.

Isozaki murió en su casa en Okinawa el miércoles y su funeral se celebrará solo con la presencia de su familia cercana, informó su oficina en un correo electrónico a la AFP.

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Su trabajo se considera un ejemplo de la arquitectura posmoderna, que combinó en sus diseños las influencias de la cultura y la historia de Asia y de Occidente en un momento de dominio del estilo estadounidense y europeo.

Protegido del legendario Kenzo Tange, el primer arquitecto japonés en ganar el Pritzker, Isozaki diseñó el pabellón multifuncional Palau Sant Jordi de Barcelona o el Museo de Arte Contemporáneo de Los Angeles.

También estuvo detrás de la construcción del edificio Team Disney, la sede administrativa de la compañía Walt Disney en Florida, entre otras estructuras icónicas.

Nacido en 1931 en Oita, en el suroeste de Japón, Isozaki destacó como crítico social.

Apenas tenía 14 años, cuando Hiroshima y Nagasaki fueron destruidas por sendas bombas nucleares y las ruinas del Japón de posguerra nunca lo abandonaron.

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«Crecí casi a nivel de tierra. Todo estaba completamente en ruinas y no había arquitectura, ni edificios, ni siquiera una ciudad», había dicho.

«Así que mi primera experiencia de la arquitectura fue el vacío de arquitectura y empecé a considerar cómo la gente podía construir casas y ciudades».

Al otorgarle en 2019 el premio más prestigioso de la arquitectura, el comité Pritzker alabó la mezcla de influencias en su trabajo.

«Isozaki fue uno de los primeros arquitectos japoneses en construir fuera de Japón en un momento en que las civilizaciones occidentales influían tradicionalmente en Oriente», dijo entonces Tom Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt que patrocina el galardón.

El jurado argumentó que su arquitectura «nunca replicaba simplemente el statu quo». «Su búsqueda de arquitectura significativa se reflejó en sus edificios que, hasta ahora, escapan las categorizaciones estilísticas».