El primer ministro húngaro, Viktor Orban, recibió duras críticas en el Parlamento Europeo, donde su postura ultraconservadora avivó tensiones.
Orban, que ostenta la presidencia rotativa del Consejo de la UE, presentó las prioridades de su mandato, pero su discurso se tornó en un enfrentamiento con legisladores.
Afirmó que la UE atraviesa “la crisis más grave de su historia”, citando la guerra en Ucrania y una crisis migratoria. Ursula von der Leyen le reprochó sus contradicciones, mientras otros eurodiputados, como Terry Reintke, le dijeron que no era bienvenido.
Orban desestimó las críticas, desafiando a la UE en medio de protestas y llamados a congelar fondos.