Los principales aliados árabes de Arabia Saudita le mostraron hoy su respaldo después de admitir este país la muerte del periodista Jamal Khashoggi en una «pelea» en el consulado saudita en Estambul, mientras que la ONU y ONG piden aclarar lo que han calificado de «asesinato».
Horas después de que a la medianoche de hoy, la Fiscalía General saudita admitiera la muerte y anunciara la detención de 18 personas y la dimisión de dos responsables de seguridad en relación con el caso Khashoggi, Egipto, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Baréin y Yemen respaldaron hoy a las autoridades saudíes.
El ministerio de Exteriores egipcio alabó en un comunicado «el compromiso de Arabia Saudí para llegar a la verdad de este incidente y para tomar las medidas legales contra las personas implicadas en el mismo», además de «seguir el curso de las investigaciones de forma transparente y en el marco de la ley».
La nota agregó que los procedimientos legales «bloquearán el camino» a los intentos de politizar y utilizar este caso en contra del reino.
Por su parte, EAU, el principal aliado de Riad en el golfo Pérsico, elogió «las decisiones y directrices» adoptadas por el rey Salman bin Abdelaziz en relación al «incidente lamentable que causo la muerte» de Khashoggi, según informó la agencia oficial de noticias emiratí WAM.
El ministro de Exteriores de EAU, Abdalá bin Zayed al Nahyan, alabó la postura del rey saudí y «su gran interés y preocupación por investigar la verdad de este caso (…) con toda la transparencia y justicia».
El Ministerio de Exteriores de Baréin se expresó en términos similares y señaló que las directrices «sabias y rápidas» adoptadas por el monarca demuestran que Arabia Saudí «es y siempre será un Estado de derecho y de principios, que garantiza la aplicación de la ley a todos sin excepción».
El Gobierno yemení reconocido internacionalmente, al que Riad apoya militarmente en el conflicto del país frente a los rebeldes hutíes, también destacó que Arabia Saudí se basa en «los principios de justicia, equidad y coraje» y «respeta las normas y principios internacionales».
Arropado por sus socios, Arabia Saudí no ha ofrecido aún más datos sobre la investigación, que según Riad, sigue su curso, mientras que los ulemas del país consideraron que las decisiones y medidas adoptadas por los dirigentes políticos buscan «lograr la justicia y la igualdad según la legislación islámica».
La Autoridad de los Ulemas de Arabia Saudí destacó en un comunicado la preocupación de los líderes por «hacer justicia y juzgar a los involucrados».
En la nota, los expertos en la ley islámica también aseguraron que «los jueces son independientes» y no reciben presiones sino que se someten a la «autoridad de los edictos de la legislación islámica y las reglas generales».
Sin embargo, desde la ONU y otras organizaciones de derechos humanos llegaron hoy mensajes de condena y peticiones de que se lleve a cabo una investigación independiente y veraz.
Amnistía Internacional (AI) aseguró en un comunicado que los resultados de las investigaciones saudíes no son «fidedignas» y pidió una independiente para esclarecer las circunstancias en las que falleció Khashoggi.
«Pedimos a las autoridades saudíes que entreguen el cuerpo de Khashoggi para un forense independiente pueda llevar a cabo una autopsia de acuerdo con los estándares internacionales», exigió el director de campañas para Oriente Medio de AI, Samah Hadid.
La nota calificó la muerte de Khashoggi en las dependencias del consulado saudí de «ejecución extrajudicial», mientras que la organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) la tildó de «brutal asesinato».
«La rendición de responsabilidades por estos crímenes no es negociable», dijo su directora general, la francesa Audrey Azoulay, quién pidió «llevar a cabo una investigación profunda y conducir a los responsables ante la justicia».
Por su parte, la ministra austríaca de Asuntos Exteriores, Karin Kneissl, aseguró que un incidente «tan grave (…) no debería quedar sin consecuencias, especialmente en lo que respecta a las relaciones de la Unión Europea (UE) con Arabia Saudí».
Al otro lado del Atlántico y poco después del anuncio, el presidente de EU, Donald Trump, aceptó la versión de Riad y la consideró «creíble», aunque no dijo qué consecuencias podría tener en las relaciones con su principal socio árabe.
Mientras tanto, Turquía anunció que seguirá con su investigación y revelará sus propias conclusiones, al margen de la versión dada por Riad.
DAMG