A pesar de los discursos y los múltiples acuerdos internacionales que comprometen a los países a “limpiar” sus fuentes de energía para emitir menos contaminantes y paliar el calentamiento global, los gobiernos continúan en una línea de consumo que privilegia a las fuentes tradicionales.
El informe anual de la red de expertos REN21 (comunidad global compuesta por representantes de los sectores de ciencia, gobiernos, ONGs y la industria) revela que la proporción de energía renovable en el consumo energético mundial se estancó en 2021, claramente superada por el repunte de los combustibles fósiles tras la pandemia por el Covid.
En diez años, la proporción del consumo energético pasó del 8.7% en 2009 de energías limpias al 11.7% en 2019, incluyendo presas de agua y biocombustibles. Aunque la cifra exacta para 2021 aún no está disponible, no corresponderá a las necesidades de la transición energética, dicen los expertos.
“No vemos que se esté produciendo una transición mundial hacia la energía limpia, lo que convierte en muy poco probable cumplir con los objetivos climáticos de la comunidad internacional”, refiere el documento.
Según los expertos del clima de la ONU (IPCC), el mundo tiene ante sí tres años para estabilizar las emisiones de gas de efecto invernadero, y para acelerar esa “desintoxicación” de las energías fósiles.
La capacidad instalada de las energías renovables en 2021 permitió generar 316 gigavatios, (17% más respecto a 2020), lo que representó por primera vez el 10% de la electricidad mundial. Pero la demanda mundial aumentó 5%, y solo gracias a las centrales que funcionan con energías fósiles se pudo satisfacer esa exigencia.
En realidad, los gobiernos optaron por reforzar la producción o la compra de gas y carburantes fósiles, denuncia REN21.
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Afectó la guerra consumo energético global
La directora ejecutiva de REN21, Rana Adib, precisó que, desde el inicio del alza de precios y la crisis con Rusia, “estamos asistiendo a un frenesí en la búsqueda de recursos fósiles”. A su juicio, invertir en energías renovables evitaría el riesgo de inflación con precios fijos.
Citó el ejemplo de Australia, donde el estado de Queensland, dependiente del carbón, vio aumentar el precio de la electricidad 30% respecto a los estados del sur, favorables a las energías renovables: “los Estados deberían fijarse objetivos ambiciosos”.
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Deben cooperar los países ricos: ONU
El cambio climático amenaza con generar sequías, pérdida de cultivos y subida del nivel de agua, y ya ha generado muertes en los países más pobres, por lo que aumentan los llamados para que las naciones ricas aporten financiamiento para adaptarse a esta nueva realidad.
El financiamiento de las “pérdidas y los perjuicios” que sufren los países más pobres está en el centro de las negociaciones internacionales que se celebran esta semana en Bonn, en Alemania, en preparación de la COP27 en Egipto, en noviembre.
"El impacto del cambio climático no tiene fronteras", recordó la responsable del clima de la ONU, Patricia Espinosa, que destacó que las consecuencias afectan de forma "desproporcionada" a los países más vulnerables.
En el momento de la reunión, el Cuerno de África sufre una sequía que amenaza con una hambruna a millones.
Aunque no se pueda establecer una relación de causalidad entre este fenómeno con el calentamiento global "este tipo de impactos representa un argumento sólido para el fondo 'pérdidas y perjuicios'", dijo Mohamed Adow, director del centro de estudios Power Shift Africa.
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