El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, acusó a al presidente de EU, Donald Trump, de intentar "poner de rodillas" a la República Islámica mediante nuevas sanciones, en un discurso pronunciado durante el 46 aniversario de la Revolución iraní.
El mandatario iraní se refirió a un memorando firmado recientemente por el magnate, que refuerza la política de "máxima presión" contra Teherán, con el objetivo de impedir que el país desarrolle armamento nuclear.
"Trump dice 'queremos hablar', pero al mismo tiempo autoriza todas las conspiraciones para debilitar nuestra Revolución", criticó Pezeshkian, quien reafirmó que Irán "no busca la guerra" y "jamás se arrodillará" ante Washington.
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Las sanciones impuestas por EU forman parte de una estrategia que ha escalado las tensiones desde 2018, cuando el líder conservador de EU retiró a su país del acuerdo nuclear de 2015.
Dicho pacto, firmado por Irán y seis potencias mundiales, limitaba el programa atómico iraní a fines civiles a cambio del levantamiento de sanciones económicas. Sin embargo, la salida unilateral de Washington truncó cualquier intento de revivir el tratado, a pesar de que Teherán insiste en la naturaleza pacífica de sus actividades nucleares.
Arma Nuclear
La posición de la administración republicana se mantiene inflexible. "Irán no puede tener el arma nuclear", reiteró el mandatario estadounidense, justificando así el endurecimiento de medidas restrictivas.
Esta postura fue duramente criticada por el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, quien instó a su gobierno a rechazar cualquier negociación con EU. "No es un interlocutor fiable, su imprudencia ha quedado demostrada", declaró Jamenei, aludiendo a acuerdos previos que, según él, Washington incumplió.
A pesar de este panorama, el canciller iraní, Abás Araghchi, dejó entrever que Teherán estaría dispuesto a negociar, aunque no bajo presión. "El levantamiento de sanciones requiere diálogo, pero no bajo el concepto de 'máxima presión', ya que en ese caso no sería una negociación", subrayó
