Vladimir Putin y Kim Jong Un reafirmaron su alianza en un “ambiente cálido y de camaradería” durante una conversación telefónica, a pocos días de que el presidente ruso se reúna en Alaska con su homólogo estadounidense, Donald Trump.
Según la agencia oficial norcoreana KCNA, ambos líderes se comprometieron a “reforzar la cooperación en el futuro”, consolidando una relación que ha cobrado fuerza desde el inicio de la guerra en Ucrania.
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La cumbre en Alaska podría convertirse en un espacio de presión para Moscú, dado que Trump buscaría poner fin al conflicto. Sin embargo, Corea del Norte ya ha dejado claro su posicionamiento: Kim prometió “apoyar plenamente todas las medidas que adopte el liderazgo ruso”, una declaración que refuerza la participación norcoreana en el frente ucraniano.
Putin agradeció “el espíritu de sacrificio” de las tropas del Ejército Popular de Corea, destacando su papel en la “liberación de Kursk”, en referencia a las operaciones conjuntas en Ucrania. En abril, Pyongyang reconoció por primera vez que había desplegado soldados en territorio ucraniano, sumándose a las fuerzas rusas.
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La cooperación entre ambos países se ha intensificado con acuerdos estratégicos como el pacto de defensa mutua firmado el año pasado durante la visita de Putin a Corea del Norte.