Donald Trump intensificó su discurso antimigratorio con el despliegue de 700 marines en Los Ángeles para sofocar las protestas desatadas por redadas migratorias. A esta maniobra, ya calificada de ilegal por el gobierno de California, se suman dos mil efectivos de la Guardia Nacional movilizados previamente sin autorización estatal.
“Los marines han luchado por defender la democracia en guerras; no deberían ser utilizados contra sus propios compatriotas", denunció el gobernador Gavin Newsom, quien anunció, junto al fiscal general del estado, que presentará una demanda contra la Casa Blanca.
OBJETIVOS: CUMPLIR CON UNA AGENDA Y DESVIAR REFLECTORES
Para el politólogo e internacionalista José Luis Valdés Ugalde, de la Universidad Nacional Autónoma de México, lo que ocurre en California es el reflejo de una deriva autoritaria. "Trump está ejecutando una política represiva como parte de una agenda antimigratoria anunciada desde su campaña. Pero también intenta desviar la atención de los fracasos de su administración: su política exterior, sus roces con figuras como Elon Musk y su desprecio por las universidades y el pensamiento crítico", sostiene.
La movilización se produce después de varios días de protestas que, aunque iniciaron de manera pacífica, derivaron en actos violentos con incendios y enfrentamientos con los efectivos de seguridad desplegados en la ciudad.
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El magnate justificó su decisión al afirmar que "agitadores profesionales" habían transformado las calles en "zonas de guerra". En ese contexto, el académico señaló que "ha sido un error por parte de algunos grupos radicales infiltrarse en las manifestaciones y recurrir a la violencia".
El especialista advierte que estas redadas van más allá de criminales buscados: se está deteniendo a personas con cualquier irregularidad migratoria. "Eso representa una grave afrenta al proceso político estadounidense", subraya Valdés Ugalde.
PRECEDENTE PELIGROSO
Además, esta decisión ejecutiva pasa por alto la soberanía estatal. “No hubo consulta con el gobernador; eso le da un origen espurio”, apunta el especialista. A su juicio, se sienta un precedente alarmante: el de una política migratoria militarizada. “La Guardia Nacional se convierte en una amenaza a la estabilidad social, especialmente en territorios santuario”.
“Esos territorios podrían convertirse en objetivos militares del trumpismo para desmantelar políticas sociales que habían sido adoptadas con arraigo en defensa de las comunidades migrantes perseguidas por el gobierno federal”, aseguró el internacionalista.
A la par del conflicto interno, Naciones Unidas emitió una advertencia contra la creciente militarización en Estados Unidos. Pero el líder republicano, lejos de moderar su retórica, amenazó con una represión aún mayor: “Si escupen a nuestras tropas, recibirán un golpe más fuerte que nunca”.
Mientras tanto, el conflicto se agudiza. Manifestantes coreaban “¡Pigs go home!” frente a un centro de detención, mientras otros golpeaban vehículos oficiales. La policía reportó 56 arrestos y cinco agentes heridos en Los Ángeles, mientras en San Francisco la cifra de detenidos supera los 60.

Editor de la sección Mundo en el diario 24 HORAS. Egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, con experiencia en redacción, traducción y proyectos editoriales en medios de comunicación.