El Gobierno británico sugirió hoy la posibilidad de respaldar enmiendas de la oposición al acuerdo del brexit para tratar de sumar apoyos de diputados de otras formaciones en la votación prevista el próximo día 15 en Parlamento.
La Cámara de los Comunes celebró hoy la segunda sesión de debate sobre el pacto al que ha llegado con la Unión Europea (UE) la primera ministra, la conservadora Theresa May, un texto que rechazan tanto la facción más euroescéptica de los tories como sus socios del norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP).
Ante las escasas perspectivas de que May cuente con la mayoría necesaria para aprobar el acuerdo, el ministro de Empresas, Greg Clark, llamó a parlamentarios de todas las formaciones a unirse para evitar el desastre de un brexit sin acuerdo.
Clark indicó que el Gobierno está abierto a respaldar una moción que presentaron diversos diputados laboristas dirigida a garantizar derechos laborales y estándares medioambientales establecidos por la UE después del brexit.
«Si quieres generar unidad alrededor del acuerdo, debes escuchar a todas las partes. En cuanto a los derechos de los trabajadores, Theresa May siempre ha sido muy clara en que ella cree en nuestra sólida tradición de defenderlos», afirmó el ministro.
Según el periódico Daily Mirror, que reveló los planes del Ejecutivo de apoyar esa cláusula, unos 20 diputados laboristas, la mayoría de ellos elegidos en circunscripciones donde ha triunfado la opción del brexit, evalúan apoyar el acuerdo de May si va acompañado de garantías adicionales en diversos ámbitos.
El líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, advirtió sin embargo de que su formación ni respalda ni acepta ese intercambio.
Corbyn ofreció hoy un discurso en el que insistió en que su estrategia pasa por forzar la convocatoria de unas elecciones anticipadas, en cuya campaña defendería renegociar «urgentemente» con Bruselas el acuerdo sobre las condiciones de salida del bloque comunitario, la cual está prevista para el 29 de marzo.
Su plan pasan por acordar con la UE «una nueva unión aduanera en la que los británicos puedan decidir sobre futuros acuerdos comerciales (con terceros países), que mantenga una sólida relación con el mercado único y garantice que se mantiene el ritmo en cuanto a derechos y estándares», indicó.
Corbyn enfrió, con todo, las expectativas de que vaya a presentar una moción de confianza contra el Gobierno conservador de inmediato en caso de que May pierda la votación del día 15, al no tener garantizado que una mayoría vaya a apoyarla.
«El Partido Laborista presentará una moción de censura contra el Gobierno cuando juzgue que cuenta con las mejores opciones de tener éxito. Claramente, el laborismo no tiene suficientes diputados en el Parlamento para ganarla por sí mismo», argumentó.
Dadas las expectativas de que el pacto que defiende el Gobierno sea rechazado la próxima semana, los diputados dedicaron hoy una parte del debate en la Cámara de los Comunes a analizar el escenario que se abrirá en ese caso.
May está obligada a regresar al Parlamento tres días después de que el acuerdo sea eventualmente rechazado para exponer su hoja de ruta a partir de entonces.
La propuesta que presente la primera ministra podrá ser previsiblemente enmendada, lo que puede otorgar a los diputados cierto control sobre el rumbo que seguirá a partir de entonces el «brexit».
Un portavoz de Downing Street, despacho oficial de May, sugirió que el Gobierno limitará el debate sobre esa futura propuesta, en caso de que se llegue a producir, a 90 minutos, y que solo permitirá que se presente una enmienda.
Ante las quejas de la oposición, sin embargo, el responsable de la disciplina de voto de los «tories» en el Parlamento, Julian Smith, matizó más tarde que no se ha tomado «ninguna decisión» definitiva sobre el formato de esa eventual sesión.
En su intento por recabar apoyos de última hora a su acuerdo, la primera ministra conversó por teléfono con el responsable de la patronal CBI, John Allan, y con los líderes de los sindicatos Unite y GMB, Len McCluskey y Tim Roache, respectivamente.
Un portavoz de May indicó que las conversaciones fueron «constructivas», si bien Roache insistió tras esa llamada en que el pacto que defiende la jefa de Gobierno no es «lo suficientemente bueno» y defendió la convocatoria de un nuevo referéndum sobre el «brexit».
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