El rey Abdalá II de Jordania y el príncipe Hamza efectuaron ayer su primera aparición conjunta tras el intento de sedición que golpeó al reino la semana pasada, según las imágenes difundidas por la televisión oficial.

El soberano hachemita, el príncipe heredero Husein, el príncipe Hamza, acusado de haber estado implicado en un «complot», y el resto de miembros de la familia real oraron juntos en el mausoleo donde están enterrados los tres reyes que gobernaron el país durante el último siglo.

Jordania celebró el domingo su centenario en un momento en que el país vive una de las peores crisis de su historia debido a las tensiones en el seno de la familia real.

Una semana antes, el príncipe Hamza, bisnieto del fundador de la monarquía hachemita jordana, fue puesto bajo arresto domiciliario, acusado de estar implicado en un «complot» contra su país, acusación que rechaza.

En comunicados filtrados a la prensa, Hamza, quien se ha reunidos varias veces con líderes tribales críticos de la monarquía, negó las imputaciones y acusó a su vez al gobierno del reino de corrupción e incompetencia, y dijo que actuaba por amor a su país.

La semana pasada, la cadena británica BBC difundió una grabación en la que el príncipe le grita al jefe de las Fuerzas Armadas jordanas cuando llega a comunicarle que desde ese momento quedaba bajo arresto en el palacio.

Una veintena de personas fueron detenidas y, bajo presión familiar, el príncipe prometió «permanecer leal» al rey Abdalá II -su hermanastro-, que en 2004 le despojó del título de príncipe heredero en favor de su hijo mayor.

El conflicto se ha convertido en la disputa pública más seria dentro de la familia real en muchas décadas, pese a que el rey afirma que la «sedición» fue frustrada y a que Hamza rechaza las acusaciones.

Contexto

Incluso antes del drama palaciego, Jordania ya atravesaba serios problemas económicos exacerbados por el coronavirus. Quejas de corrupción y mala gestión derivaron en esporádicas protestas callejeras en meses recientes.

 

LEG