El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó a la evacuación inmediata de Teherán a través de un mensaje publicado en su red Truth Social. La declaración se produjo horas antes de que acortara su participación en la cumbre del G7 en Canadá y regresara a Washington para encabezar una reunión de emergencia con su Consejo de Seguridad Nacional en la Casa Blanca.
“¡Todos deben abandonar Teherán de inmediato!”, escribió el mandatario en un mensaje que coincidió con una ofensiva sin precedentes del ejército israelí contra territorio iraní, centrada en objetivos militares y nucleares.
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Desde entonces, la capital iraní ha sido blanco de bombardeos, entre ellos el ataque a la sede de la televisión estatal, así como el asesinato de altos mandos militares y científicos vinculados al programa nuclear.
La capital iraní, con cerca de 10 millones de habitantes, enfrenta bloqueos viales, aeropuertos cerrados y un visible éxodo de ciudadanos ante la incertidumbre.
Consejo de seguridad
Hasta el cierre de esta edición, el Consejo de Seguridad no había llevado a cabo la reunión programada. No obstante, funcionarios ligados a la Casa Blanca desmintieron cualquier participación directa en la ofensiva israelí. “Las tropas estadounidenses mantienen una postura estrictamente defensiva”, afirmó Alex Pfeiffer, vocero adjunto de la Casa Blanca.
El Pentágono, sin embargo, incrementó su presencia en la región: el portaviones USS Nimitz se dirige sin escalas a Medio Oriente, donde se unirá al USS Carl Vinson. También se movilizaron destructores equipados con defensa antimisiles procedentes de Europa, en apoyo a Israel y para resguardar intereses estratégicos.
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En Washington, el senador Bernie Sanders presentó una iniciativa para prohibir acciones militares contra Irán sin autorización del Congreso. “No podemos ser arrastrados a la guerra de Netanyahu”, advirtió.
Mientras en Irán se multiplican las compras de emergencia y se suceden los bombardeos, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu defendió la operación militar calificándola como “una batalla de la civilización contra la barbarie”. Incluso insinuó que asesinar al líder supremo iraní, Alí Jamenei, podría “poner fin al conflicto”, al equipararlo a un “Hitler moderno”.