FOTO: reuters "Puede que nunca sepamos todos los hechos que rodearon el asesinato del señor Jamal Khashoggi", aseguró Trump  

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dio hoy por cerrada la respuesta de su Gobierno al asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi, al argumentar que la relación económica y estratégica con Arabia Saudí es más importante que la cuestión de si la cúpula del reino estuvo detrás del crimen.

Trump emitió un largo comunicado sobre el caso de Khashoggi después de recibir un informe de la Agencia Central de la Inteligencia (CIA) acerca del asesinato del reportero, que era crítico con Riad y que murió a manos de agentes saudíes el pasado octubre en el consulado de su país en Estambul.

«Puede que nunca sepamos todos los hechos que rodearon el asesinato del señor Jamal Khashoggi», aseguró Trump.

Según varios medios de comunicación, la CIA considera con «alta confianza» que el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, ordenó el asesinato de Khashoggi, pero la agencia no incluyó esa conclusión en el informe que presentó hoy a Trump, lo que permitió al mandatario esquivar esa espinosa cuestión.

«No tienen nada definitivo (ninguna conclusión en la CIA), y el hecho es que (Bin Salmán) quizá lo hizo, y quizá no», dijo Trump en declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca.

En su comunicado, Trump reconoció que «podría ser que el príncipe heredero tuviera conocimiento» del plan para matar al periodista, pero restó importancia a este factor y dejó claro que no planea castigar más a Arabia Saudí por el tema.

«Estados Unidos pretende seguir siendo un férreo aliado de Arabia Saudí para asegurar los intereses de nuestro país, de Israel y de todos los otros aliados en la región», subrayó.

El mandatario seguía así un instinto que manifestó desde el comienzo del escándalo sobre Khashoggi, cuando puso en duda la implicación de Bin Salmán y que ha mantenido vivo al negarse, por ejemplo, a escuchar la grabación de audio del cruento asesinato.

Trump se mostró abierto a «considerar todas las ideas» que le presente el Congreso de EU respecto a posibles nuevas sanciones a Arabia Saudí, pero recalcó que solo las implementará «si son coherentes con la seguridad absoluta de Estados Unidos».

Recordó que Arabia Saudí es «el segundo mayor productor de petróleo del mundo» y opinó que si Washington «rompiera» con Riad, «los precios del petróleo se dispararían».

«No voy a destruir la economía mundial y la economía de nuestro país por hacer el tonto respecto a Arabia Saudí», sentenció.

También citó el acuerdo que cerró con el reino el año pasado por el que Riad «accedió a pagar la cantidad récord de 450 mil millones de dólares, 110 mil de ellos en la compra de equipos militares», unas cifras que, según expertos, exageran el valor real de los contratos apalabrados.

Su cierre de filas con Bin Salmán fue tal que anunció que planea reunirse con él durante la cumbre de líderes del G20, que se celebrará en Buenos Aires el 30 de noviembre y 1 de diciembre.

«No sé si él estará allí, pero si está, lo haré (me reuniré con él)», aseguró Trump a los periodistas, aunque el Gobierno saudí ya confirmó el lunes que Bin Salmán asistirá a la cumbre.

El largo comunicado sobre Khashoggi, lleno de signos de exclamación, parecía dictado por Trump y comenzó con una mención a su lema de «Estados Unidos primero», seguida de una advertencia de que «el mundo es un lugar muy peligroso» y de una diatriba sobre las actividades «sangrientas» de Irán en Oriente Medio.

Tras mencionar a ese gran enemigo de Riad, Trump alegó que Arabia Saudí «se retiraría encantado del Yemen si los iraníes accedieran a irse», en referencia al apoyo de Teherán a los rebeldes hutíes.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, compartió el análisis de Trump sobre la necesidad geoestratégica de mantener intacto el «compromiso histórico» de EU con Arabia Saudí.

«El de ahí afuera es un mundo mezquino y desagradable», afirmó Pompeo en una rueda de prensa.

El titular de Exteriores recordó que Washington ya sancionó este mes a 17 ciudadanos saudíes, incluido uno de los ex asesores más cercanos al príncipe heredero, debido al asesinato de Khashoggi.

Un cercano aliado de Trump, el senador republicano Lindsey Graham, criticó hoy la decisión del presidente de dar carpetazo al caso Khashoggi, y aseguró en Twitter que «no está en el interés de seguridad nacional» de EU «mirar para otro lado» ante ese «acto bárbaro, que desafió todas las normas civilizadas».

 

 

TFA