CARACAS. El gobernador del estado Táchira, el chavista José Vielma Mora, anunció que sugerirá al presidente, Nicolás Maduro, la libertad de presos "por cuestiones políticas", entre ellos del líder opositor Leopoldo López y el comisario Iván Simonovis.

 

"Todos los que están ahora presos por cuestiones políticas, mándelos para su casa. Listo, ahí comienza la paz, hermano", y "aquí hace falta que alguien diga 'borrón y cuenta nueva'", declaró Vielma a la emisora radial Circuito Onda de Caracas.

Simonovis es uno de los comisarios presos por las muertes que dejó el golpe de Estado de 2002 contra el entonces presidente Hugo Chávez, y López se encuentra en una prisión militar desde el pasado 18 de febrero, cuando se entregó tras ser acusado de varios delitos, entre ellos, asociación para delinquir e instigación.

 

El Gobierno de Maduro considera a López instigador de la violencia que se produjo después de una manifestación pacífica el 12 de febrero en la que los opositores exigieron la salida del Gobierno en el marco de la Constitución.

 

Vielma Mora viajó a Caracas para asistir a una reunión de Maduro con todos los gobernadores del país, entre ellos el líder opositor Henrique Capriles, gobernador de Miranda (centro).

 

El gobernador de Táchira, estado fronterizo con Colombia, repitió que en esa reunión expresará a Maduro su oposición a que se decrete el estado de excepción en su jurisdicción, donde, aseguró, no hay muertos, heridos "ni siquiera un detenido" por las protestas.

 

"Es innecesario, es contraproducente un estado de excepción especial para el estado Táchira (...) o la suspensión de las garantías constitucionales", sostuvo sobre esa posibilidad, barajada en días pasados por Maduro, en previsión de una eventual incursión en el país de paramilitares colombianos.

 

Por su parte, Henrique Capriles ha cambiado su discurso de manera radical. Hace 10 días declaró que con manifestaciones no se convencerá a Maduro para que deje el poder; ayer, por el contrario, calificó al gobierno federal de moribundo y llamó a la sociedad a que no dejen de manifestarse de manera pacífica.

"Nicolás hoy representa un extremo, lo mismo que él critica es lo mismo que él representa (...) un Gobierno moribundo que terminará", sostuvo en una rueda de prensa Capriles, quien dijo que hoy (lunes) no acudía al palacio presidencial a una reunión de gobernadores para no prestarse a "lavarle la cara al Gobierno".

 

 

 

Por su parte, y en respuesta a la invitación que Maduro hizo al presidente Obama para que dialogue con él, la Casa Blanca urgió a Maduro, a buscar "un diálogo con el pueblo venezolano" en lugar de con Washington y a dejar de hacer "falsas acusaciones" en contra de Estados Unidos.

 

Maduro "pide un diálogo" con el presidente de EE.UU., Barack Obama, "y el intercambio de embajadores", pero debería "centrarse en cambio en un diálogo con el pueblo venezolano, porque eso es de lo que se trata", indicó en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.

 

Finalmente, una nueva convocatoria de manifestación para mañana fue lanzada por la diputada María Corina Machado. Se trata de una marcha de mujeres que vaya hacia los destacamentos de la Guardia Nacional (GNB, policía militarizada).

 

"Desde aquí queremos convocar a todas las mujeres a que este miércoles 26 de febrero, en toda las calles de las ciudades de Venezuela vayamos a una marcha por la vida, por los jóvenes que han caído, por los presos, por los torturados y por esos jóvenes que hoy siguen luchando sin descanso", dijo Machado a periodistas. EFE

 

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