El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, anunció que la próxima semana se reunirá en Washington con el secretario de Economía de México, Ildelfonso Guajardo, a fin de encontrar una solución sobre el azúcar y evitar la imposición de aranceles compensatorios sobre las importaciones del endulzante mexicano.

 

 
“Mi esperanza es de que juntos podamos encontrar una solución negociada que funcione para todas las partes, pero de no ser así, vamos a proceder con la imposición de aranceles el 6 de junio próximo”, advirtió al participar en la Conferencia de las Américas, en la sede del Departamento de Estado.

 

 
Pese a la potencial imposición de cuotas a las importaciones de azúcar mexicana, y a la reciente decisión de su gobierno de aplicar un arancel compensatorio de 20% a las importaciones de madera blanda de Canadá, Ross insistió que la política comercial de su gobierno no es de confrontación.

 
“No buscamos una guerra comercial con nadie, muchos menos con nuestros compañeros de las Américas. Nuestras relaciones con el hemisferio occidental son de enorme importancia para nosotros”, precisó.

 

 
El 10 de marzo pasado, Ross y Guajardo anunciaron un acuerdo mediante el cual ambos países extendieron hasta el pasado 1 de mayo la fecha para la decisión final sobre la revisión de las investigaciones por subsidios y prácticas desleales o ‘dumping’ contra el azúcar mexicana.

 

 
En marzo de 2016, la Comisión Internacional de Comercio (USITC) validó los acuerdos de suspensión firmados entre los dos países en diciembre de 2015 para poner fin a estas investigaciones.

 

 
El organismo regulatorio independiente hizo determinaciones afirmativas en la revisión de los acuerdos de suspensión realizados por el Departamento de Comercio, que permitieron el ingreso de azúcar mexicana a Estados Unidos libre del pago de derechos compensatorios por subsidios o dumping.

 

 
El acuerdo estableció mecanismos para evitar perjuicio en la industria estadunidense, que incluyeron una definición revisada del azúcar refinada y ajustes al precio de referencia, e incluyeron comentarios que fueron entregados por las partes interesadas durante un periodo de comentarios públicos.

 

 
El acuerdo antidumping incorporó disposiciones para asegurar que no exista una sobredemanda de azúcar mexicana que pudiera hacer caer los precios y con ello amenazar a la industria y a los productores estadunidenses de caña de azúcar.

 

 
Los acuerdos buscaron también evitar que las importaciones mexicanas se concentren durante ciertas épocas del año, limitando la cantidad de azúcar refinada que puede entrar al mercado de Estados Unidos, puntualizó.
La American Sugar Coalition (ASC), que aglutina a un puñado de las principales empresas del sector azucarero de Estados Unidos, acusó en marzo pasado que el azúcar mexicana era subsidiada y vendida por debajo de un “valor justo” en el mercado estadounidense.