La propuesta del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador de bajar los salarios al personal de confianza de la burocracia federal significará una baja en la calidad de las instituciones públicas además de provocar nepotismo en los puestos estratégicos, de ahí su inviabilidad, advierten analistas.
Hace unos días, López Obrador aseguró que bajará los sueldos de los funcionarios públicos con el objetivo de ahorrar en el gasto, sin embargo, no dio datos sobre cuanto se podría reservar y qué beneficios daría esto, más allá de tener más dinero.
Raymundo Tenorio Aguilar, analista económico del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) explicó que la medida que quiere implementar la próxima administración se hará a través de la democión salarial.
Es decir, explicó, rebajar el salario nominal de un trabajador justificado con la baja en el nivel de responsabilidades del empleado, en otras palabras, “percibes sueldos más bajos con cargas diferentes y un nuevo puesto de menor nivel”.
Ante ello, el experto consideró que la propuesta no es viable, ya que lo que pasaría es que las instituciones públicas bajarían la calidad en el servicio y también se tendría que gastar más dinero por las reducciones salariales y el gasto que involucrarían los pagos por finiquitos en caso de que los trabajadores no acepten estas nuevas condiciones.
“Está estipulado ante la ley laboral que en caso de que no querer aceptar se tiene que pagar por obligación un finiquito con todas las reglas que impone la ley”, precisó.
Hay que recordar, que el pago de finiquitos a los funcionarios funciona de la siguiente manera: se les paga lo equivalente a tres meses de sueldo, como lo estipula la ley y, en ocasiones, se llega a acuerdos bilaterales entre patrón y empleado para dar cerca de entre 50% o máximo 80% del monto total de la liquidación.
En este sentido, en un cálculo hecho por el experto, basado solamente en el Presupuesto de 2018, basado exclusivamente en el poder Ejecutivo, que confiere al presidente y las dependencias públicas, por gastos de nóminas con democión salarial, se gastarían 17 mil 500 millones de pesos, y por finiquitos a aquellos empleados que no acepten se destinarían 11 mil 400 millones de pesos, por lo que el ahorro real sería solamente por seis mil 100 millones de pesos, gasto que no significa ni una tercera parte del ahorro total entre corrupción y austeridad, detalló.
Hugo Ítalo Morales, experto en derecho laboral y presidente de la firma Ítalo Asociados, explicó que la siguiente administración no gastará un centavo con los nuevos empleados de alto rango que entren a diferentes dependencias, ya que ellos son nombrados por designación presidencial, lo que significa que el nepotismo en áreas oficiales no terminará, como lo había dicho López Obrador.
“El nepotismo no terminará, solamente será disfrazado. Habría que preguntarnos porque los hijos del presidente virtual ocupan puestos destacados de cara a diciembre”, puntualizó.
Propondrán creación de un fondo nacional
Raymundo Tenorio, informó que dentro de las próximas semanas propondrá a la nueva administración la creación de un Fondo Nacional de Austeridad Republicana y Combate a la Corrupción, esto con el objetivo de que exista transparencia dentro del equipo de transición de López Obrador en las cuentas que presenten a la sociedad mexicana en este ramo.
LEGG
