Exxon Mobil abrió hoy su primera gasolinera en México, en el central municipio de Querétaro, que es pionera en vender combustible no comercializado por la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), sino importado de Estados Unidos.
El secretario de Energía de México, Pedro Joaquín Coldwell, destacó que la compañía es la primera en abastecer gasolina y diésel a los consumidores «por medio del ferrocarril de sus refinerías en el estado de Texas».
Dichos combustibles serán almacenados en terminales construidas específicamente para abastecer la red de estaciones de servicio que Exxon, en alianza con el grupo gasolinero Orsan, planea establecer en la región del Bajío y en otros puntos del país.
Los beneficios económicos del proyecto integral de logística con el que Exxon entrará al mercado económico será de cerca de 300 millones de dólares durante los próximos años.
La reforma energética de 2013 abrió el mercado de los combustibles al sector privado, rompiendo el monopolio de Pemex. Joaquín Coldwell destacó que hoy en día, de 11.700 estaciones de servicio, 19 % están distribuidas en manos de 30 marcas distintas.
Asimismo, el país concluyó el 30 de noviembre su programa de flexibilización del mercado de combustibles, iniciada siete meses antes en los estados de Baja California y Sonora.
El secretario remarcó que se prevé que la industria invierta un total de casi 2.000 millones de dólares para el desarrollo de casi 40 proyectos de terminales de almacenamiento. Esto implicará una expansión de 122 % con respecto a la capacidad actual.
Las inversiones permitirán que el país incremente su inventario de ventas, que actualmente es de tres días, para «alcanzar gradualmente los estándares internacionales» de 30 a 35 días.
ERM