El fallido lanzamiento del satélite mexicano Centenario afectará el calendario de salidas y aumentará el costo del seguro, además de desacreditar la tecnología espacial rusa, que acumula varios accidentes en los últimos años, dijeron a Efe especialistas.

 

«El costo del seguro subirá por las nubes y encarecerá el lanzamiento de satélites. Ello se trasladará a los gobiernos o a los usuarios, alguien tendrá que pagarlo», explicó el vicepresidente en Norteamérica de la empresa de equipos y tecnologías para comunicación satelital Newtec Slava Frayter.

 

El director comercial de Latinoamérica del proveedor de servicios Media Networks, Leandro Gaunszer, habló también del «impacto» en el valor de las pólizas y añadió otro factor importante: «La ventana de lanzamientos se retrasa» y afecta «la cadena completa».

 

«Quien tiene el fallo tiene prioridad para lanzar su futuro aparato», apuntó en el marco del II Congreso Latinoamericano Satelital de Comunicaciones y Radiodifusión celebrado esta semana en la capital mexicana.

 

El pasado 16 de mayo un fallo en el cohete portador Protón-M en el lanzamiento del Centenario desde el Cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), controlado por Rusia, provocó la destrucción del aparato.

 

El Centenario, con un costo de 390 millones de dólares, formaba parte del sistema Mexsat, conformado a su vez por un satélite de comunicación fija (Bicentenario) y dos satélites gemelos de comunicación móvil (Centenario y Morelos 3).

 

«Afortunadamente, hay otro satélite mexicano en camino -el Morelos 3, que se lanzará en octubre-, aunque afectará el calendario de lanzamientos general», coincidió el ingeniero de Redes y Soluciones del proveedor de servicios de banda ancha por satélite Hughes, Mauro Pérez.

 

De hecho, la empresa International Launch Services, encargada de la comercialización de lanzamientos desde esta base, ya anunció la suspensión de todos los lanzamientos del cohete Protón-M hasta hacer una investigación exhaustiva de las causas del fallo.

 

Además de las consecuencias directas, la fracasada misión puede afectar la confianza hacia el programa espacial ruso, que acumula varios incidentes.

 

En el último lustro se han registrado hasta seis fallas en el lanzamiento de los cohetes Protón, además de errores durante operaciones del cohete Zénit en 2013 y problemas del carguero espacial Progress.

 

De hecho, un día antes del la desintegración del Centenario, el Progress fue incapaz de corregir la órbita de la Estación Espacial Internacional y no pudo activar sus motores por motivos desconocidos.

 

En este contexto, los expertos esgrimen opiniones distintas sobre el futuro de Rusia en este puntero mercado.

 

«La tecnología rusa ha tenido problemas técnicos recientemente (…), pero solamente dos en servicios comerciales», consideró el director Ejecutivo de la firma especializada en el mercado espacial Euroconsult, Pacôme Revillon.

 

Revillon valoró que, en un escenario actual con mayor competencia por la consolidación de lanzadores como el SpaceX, los usuarios «pueden preferir» otras instalaciones para la puesta en órbita de sus satélites.

 

«Los competidores se beneficiarán de los inconvenientes técnicos del Protón, pero si en el futuro mejoran el proceso de calidad» recuperarán posiciones, puntualizó.

 

Revillon mencionó que esta industria es «de riesgo» y evaluó positivamente la decisión de México de lanzar el Morelos 3 en octubre y hacerse con un seguro total, a fin de mitigar riesgos.

 

Sin embargo, Frayter, de origen ruso, dijo que lo ocurrido es «horrible» por la acumulación de incidentes en este sector.

 

Desde su punto de vista, Rusia «invierte en nuevos diseños y desarrollo», pero padece un problema de mayor dimensión, la corrupción.

 

Además, de cara a los usuarios, existe otra traba: la falta de patrones en las fallas hasta la fecha, indicó.

 

«No se identifica si son errores del motor u otras cosas como el error humano», apuntó Frayter, quien aseveró que, ante todo, el siniestro «no es bueno para la industria» porque «impacta en todo lo demás».

 

GH