WASHINGTON. El fabricante General la marca alemana Opel y la británica Vauxhall, al grupo francés PSA, pues supone más riesgos que ventajas; la estadunidense, explicaron directivos, se concentrará ahora en mercados con mayor potencial, especialmente China.
En una conferencia telefónica con grandes bancos de inversiones, directivos de GM, incluida la consejera delegada, Mary Barra, explicaron las razones de la operación y subrayaron que parte de los ingresos de la venta serán destinados a recompensar a los accionistas de la empresa.
El presidente del consejo de administración de GM, Dan Ammann, afirmó que dados los «sustanciales» riesgos que Europa representa para el fabricante estadunidense, «hemos decidido que la oportunidad de Europa no es ya atractiva para nuestra empresa».
«Prevemos que eventos geopolíticos seguirán impactando el comercio en la región como experimentamos en tiempo real con el Brexit», explicó Ammann.
Barra también indicó que la venta de Opel/Vauxhall, permitirá que GM se concentré en la inversión en nuevas tecnologías y mercados con mayor potencial para el fabricante, especialmente China.
El acuerdo, valorado en dos mil 330 millones de dólares fue presentado en París, y supone que GM cede su posición en el tercer mercado mundial de autos, donde lleva 18 sin conseguir beneficios a pesar de múltiples esfuerzos.
Con esta operación PSA Peugeot Citroen se convirtió en el «número dos» del sector automovilístico en Europa, pero con el reto de integrar unos activos que han estado en déficit crónico desde comienzos de siglo.
La operación, que pone fin a casi nueve décadas de presencia industrial del gigante estadunidense en el Viejo Continente, se formalizará en el cuarto trimestre, y coloca a PSA en la segunda posición en Europa con 2.95 millones de vehículos vendidos en 2016, sólo detrás de Volkswagen (3.91 millones).
A escala mundial, la nueva entidad representó 4.3 millones de unidades (el fabricante francés por sí solo supuso 3.15 millones), con el objetivo de llegar al umbral de los cinco millones en 2020.
Uno de los aspectos más arduos de la negociación, que se había hecho pública el pasado 14 de febrero, fueron las provisiones por las pensiones de los trabajadores Opel/Vauxhall, que esencialmente asumirá GM.
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El presidente de PSA, Carlos Tavares, que en una conferencia de prensa con la responsable ejecutiva de GM, Mary Barra, insistió en la voluntad de crear «un campeón europeo», señaló que sin el impacto del Brexit, Opel/Vauxhall ya hubiera estado en «un punto de equilibrio» este ejercicio.
Tavares aseguró que se va a mantener la identidad de cada una de las marcas por interés propio, ya que -argumentó- hay clientes que buscan específicamente un coche de concepción alemana, mientras otros prefieren uno de concepción francesa.