Grupo México, la minera productora de cobre en México y con presencia en Estados Unidos y Perú, le han perseguido las protestas. La más reciente se dio la mañana de ayer en Sonora en las inmediaciones de la mina Buenavista del Cobre, donde integrantes del Frente Unido contra Grupo México bloquearon el acceso a ese lugar.

 

Estas protestas se sumaron a las que se han dado en Perú en el proyecto Tía María, donde habitantes del poblado de Islay del departamento de Arequipa desde hace ya dos meses han protestado contra este proyecto de la empresa Southern Perú Copper Corporation, perteneciente a Grupo México.

 

La mañana de este miércoles, al filo de las 6:30 horas en el estado norteño mexicano de Sonora, alrededor de 300 integrantes del llamado Frente Unido contra Grupo México, compuesto por mineros sindicalizados y pobladores de la región, bloquearon las inmediaciones de la mina Buenavista del Cobre. Armados con palos, piedras y bates de béisbol, las personas colocaron un tubo de acero sobre la carretera que conduce a Río Sonora.

 

De acuerdo con reportes, los manifestantes destruyeron una válvula del centro de bombeo de Ojo de Agua de Arvayo –que suministra del líquido a la mina- e incendiaron un predio de una extensión de una hectárea de pastizal, así como maquinaria pesada ubicada al lado de la comandancia policiaca de la zona.

 

En tanto, en Perú, la filial de Grupo México, Southern Perú Copper Corporation llevará cabo trabajos de información entre la población de Islay, en el departamento de Arequipa, donde desde hace más de dos meses se han presentado protestas contra el proyecto Tía María, debido a que consideran que ésta mina afectará sus cultivos y el agua.

 

Óscar González, director de la empresa, dijo que se difundirá un resumen del estudio del impacto ambiental del proyecto minero, con el fin de demostrar que éste no genera contaminación.

 

El directivo de Southern afirmó que las últimas movilizaciones tuvieron una intención política, ya que algunos grupos opositores violentos no estaban conformados por agricultores, sino en su opinión por personas pagadas para generar disturbios, allá en Perú.

 

Estos hechos se les suma el del pasado mes de mayo, cuando el gobierno de la comunidad autónoma de Andalucía, España, suspendió la adjudicación de Grupo México para la explotación de la mina Aznalcóllar.

 

A penas en el pasado mes de febrero Grupo México ganó, junto con la empresa española Monorbis, los derechos para explotar la mina sevillana, pero semanas después, autoridades locales dieron un revés a este convenio.