Hace tres años, pocos conocían a Jensen Huang; hoy lidera Nvidia y es una de las figuras más poderosas gracias al auge de la IA generativa.
Foto: AFP | Hace tres años, pocos conocían a Jensen Huang; hoy lidera Nvidia y es una de las figuras más poderosas gracias al auge de la IA generativa.  

Desconocido para el gran público hace tres años, Jensen Huang se volvió, con la llegada de la inteligencia artificial generativa (IA), en uno de los empresarios más visibles y poderosos del mundo al frente del gigante estadounidense Nvidia.

En los últimos dos años, las apariciones de este hombre de 62 años y melena canosa se han convertido en acontecimientos mundiales, hasta el punto de llenar auditorios con más de 10 mil personas mientras los productos de su compañía revolucionan los límites de la IA.

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Huang debe su nueva fama al éxito de los chips diseñados por Nvidia, conocidos como tarjetas gráficas o GPU (Unidades de Procesamiento Gráfico), que son esenciales para el desarrollo de la inteligencia artificial generativa que impulsa tecnologías como ChatGPT.

El insaciable apetito del sector por las GPU de Nvidia, que se venden por decenas de millones de dólares cada una, ha catapultado al fabricante de chips californiano a una valoración en bolsa superior a los 4 billones de dólares, convirtiéndose en la primera empresa en superar esa marca.

Buenos números

El meteórico ascenso de Nvidia ha disparado la fortuna personal de Huang a 150 mil millones de dólares, convirtiéndolo en una de las personas más ricas del mundo, gracias a la participación de aproximadamente el 3.5% que posee en la compañía que fundó hace tres décadas con dos amigos en un restaurante de Silicon Valley.

En una clara demostración de su influencia, recientemente convenció al presidente Donald Trump de levantar las restricciones a ciertas exportaciones de GPU a China, a pesar de que China está enfras cada en una batalla con Estados Unidos por la supremacía en inteligencia artificial.

“Fue una decisión brillante”, afirmó Jeffrey Sonnenfeld, profesor de gobernanza en la Universidad de Yale. Huang logró explicarle a Trump que “iba en beneficio de Estados Unidos sin que pareciera que contribuía a reforzar el aparato militar chino”, afirmó.

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