El oro cerró septiembre con un gran desempeño, al acumular una ganancia mensual de 11.9% y un repunte cercano a 17% desde los mínimos de inicios de agosto, alcanzando un máximo de 3 mil 870 dólares, nivel histórico no visto con anterioridad.
Este movimiento resulta impulsado por varios eventos, entre ellos la decisión de la Reserva Federal de recortar su tasa en 25 puntos base, debilitando al dólar y reduciendo los rendimientos reales de los bonos del Tesoro, lo que fortaleció la demanda del metal precioso.
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Una vez ha bajado el rumor de este tema, se suma la incertidumbre política por el riesgo de shutdown del gobierno estadounidense, que llevó a los inversionistas a protegerse en activos seguros, de acuerdo a Felipe Mendoza, analista de mercados de la plataforma ATFX LATAM.
Explicó que de cara a octubre, el oro enfrenta un escenario ambivalente. Por un lado, la expectativa de continuidad de los recortes de la Fed, la debilidad estructural del dólar y las tensiones fiscales en Estados Unidos podrían seguir respaldando su atractivo como refugio.
“Sin embargo, tras una racha alcista tan marcada y rápida, los niveles actuales plantean riesgos de sobreextensión técnica, lo que abre espacio para episodios de toma de utilidades y correcciones puntuales”.
Dijo que es probable que el mercado esté particularmente atento a los datos de inflación, las cifras de empleo y la evolución del panorama fiscal en Estados Unidos ya que estos factores definirán si el oro consolida un nuevo rango en torno a los 3 mil 900 dólares o si corrige parcialmente antes de intentar un nuevo máximo.