Tanto la refinería Deer Park en Texas que planea adquirir Petróleos Mexicanos (Pemex) como la construcción de Dos Bocas, generarán riesgos de sobrecostos a la empresa productiva del Estado, a lo que se añade que está en duda el retorno a la inversión que traerán, así lo advirtió la agencia calificadora Moody’s.
La firma estimó que Pemex cerrará este año con un flujo negativo por 8 mil millones de dólares, además de un mayor endeudamiento y una calificación crediticia débil como consecuencia de estas dos refinerías, aún cuando el precio del petróleo se encuentra en máximos de 2018.
Y es que a pesar de que una de las consignas de la actual administración es el fortalecimiento de Pemex, Moody’s agregó que las recientes acciones en el sector energético harán que la calificación crediticia de la petrolera se mantenga en niveles bajos.
“Su calificación crediticia (de Pemex) se mantendrá débil en el futuro previsible, debido a una alta carga de impuestos, los vencimientos de deuda que tiene que pagar en el corto plazo y una baja inversión en la exploración y producción de campos petroleros, que redirigió al negocio de refinación, es decir, a la rehabilitación de seis plantas del Sistema Nacional de Refinación, la construcción de la refinería de Dos Bocas y la compra de la mitad de Deer Park”, suscribió.
A pesar de que se espera que la refinería de Dos Bocas tenga un costo de 8 mil millones de dólares y se concluya al término del año en curso, la calificadora expresó que el proyecto podría costar más, “dado el conocimiento limitado del Gobierno y de Pemex en la construcción de refinerías”.
LEG