Tras los nuevos aranceles de Trump, varios países negocian discretamente para suavizarlos y adaptarse al nuevo orden comercial.
Foto: AFP | Tras los nuevos aranceles de Trump, varios países negocian discretamente para suavizarlos y adaptarse al nuevo orden comercial.  

Entre bambalinas, algunos países intentan rebajar los nuevos aranceles impuestos el jueves por el presidente Donald Trump a los productos de decenas de socios de EU, para establecer su nuevo orden comercial mundial.

Trump utiliza las tarifas aduaneras como un arma de política económica con un objetivo: reestructurar el comercio “en beneficio de los trabajadores estadounidenses”.

“¡¡¡Es medianoche!!! ¡Miles de millones de dólares en aranceles fluyen hacia Estados Unidos ahora!”, escribió Trump en mayúsculas en su plataforma Truth Social.

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Washington mantiene el mínimo universal del 10% impuesto en abril a los países a los que EU exporta más de lo que importa, es decir, con los que tiene superávit comercial.

En el caso contrario, desde este jueves aplica recargos más altos, de entre el 15% y el 41% a Siria. Sin embargo, los afectados no tiran la toalla.

Contra ataque para Trump

En señal de buena voluntad, Suiza, golpeada con un 39%, anunció que no prevé “por el momento” represalias sobre los productos estadounidenses.

Sudáfrica tampoco pierde la esperanza. Asegura que el presidente Cyril Ramaphosa habló con Trump el miércoles y ambos “se comprometieron a proseguir las negociaciones”.

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La mayoría de los socios de EU paga desde este jueves 15%, como la Unión Europea, Japón, Corea del Sur, Costa Rica, Bolivia, Ecuador y Venezuela, entre otros.

India será el más castigado, con 50%, si se suma el 25% que entró en vigor este jueves y el 25% que le aplicará dentro de tres semanas por “la compra continua de petróleo ruso”. No obstante, una mención aparte merece Brasil.

Pese a tener superávit con el país, muchos de sus productos, incluido el café y la carne, están gravados con un 50% adicional desde el miércoles, en parte en protesta por el juicio por presunta intentona golpista contra el expresidente Jair Bolsonaro, a quien Trump considera víctima de una “caza de brujas”.

México ha ganado tiempo con una prórroga de 90 días para negociar un acuerdo y, entretanto, paga el 25%.