La Secretaría de Energía (Sener) de México presentó hoy las bases de la tercera subasta eléctrica de largo plazo, que abrirá las puertas a la participación de nuevos compradores e implementa una Cámara de Compensación que administrará los contratos bilaterales.
El secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, aseguró en un evento realizado en la Ciudad de México que esta tercera subasta eléctrica, que se realiza en el marco de la reforma que abrió el sector al capital privado, supone «la transición hacia un auténtico mercado eléctrico».
«Con lo que aporte esta tercera subasta se podría triplicar la generación de electricidad con fuentes más amigables con el medio ambiente y aprovechar así el amplio potencial y recursos renovables con lo que cuenta nuestro país», indicó.
Al igual que en los dos procesos anteriores, «la Comisión Federal de Electricidad (CFE) va a comprar energía, potencia y certificados de energías limpias a los generadores que resulten ganadores».
Coldwell remarcó que para los generadores estas subastas «presentan la posibilidad de garantizar sus operaciones en el largo plazo», ya que acceden a contratos que tienen una vigencia de 15 a 20 años, lo que les da «incentivos» para poner en marcha nuevos proyectos que requieren «fuertes inversiones».
El subsecretario de Electricidad de la Sener, Cesar Emiliano Hernández, afirmó que la Cámara de Compensación, contemplada en un la Ley de Transición Energética de 2015, permitirá que «otros compradores puedan adquirir certificados de energía limpia a través de las subastas».
Este concurso cuenta con la particularidad de que no solo la CFE podrá comprar energía, sino que cualquier firma privada podrá adquirir energía, potencia y certificados de energía limpia y revenderlos a otras compañías.
«Lo que distingue esta tercera subasta de las otras es que por primera está abierta a compradores diferentes que como entidades responsables de carga podrán presentar ofertas de compra en los tres productos ya mencionados», detalló Coldwell.
El diseño de la subasta simplificará para que haya una unidad en la que «se centralicen todos los contratos» y se reduzca el riesgo, ya que se instaurarán garantías diferenciadas «para que los nuevos compradores no afecten la calidad de los contratos que se adjudiquen», detalló Hernández.
El fallo de esta subasta de largo plazo, con la que se espera obtener «resultados muy similares» a las anteriores en términos de inversión y participación, se dará a conocer el 22 de noviembre de este año.
Las dos primeras subastas se han traducido en 52 nuevas centrales eléctricas que operarán a partir de 2018 y 2019 y representan inversiones de aproximadamente 6.600 millones de dólares.