WASHINGTON. El presidente estadunidense Barack Obama apremiará a los renuentes líderes mundiales, reunidos en la cumbre del Grupo de los 20, para que respalden una incursión armada contra Siria. Aún es incierta la acción de Washington en el país árabe, pues está determinada por la votación del Congreso estadunidense y la tensa relación de Obama con el presidente ruso Vladímir Putin, anfitrión del encuentro.
Rusia ha obstaculizado el esfuerzo de los aliados de la Casa Blanca para lanzar una ofensiva contra el presidente sirio Bachar al-Asad, en represalia por el supuesto ataque con armas químicas contra civiles el pasado 21 de agosto, y ha usado su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, de la mano con China.
“Es como ver un choque de trenes en cámara lenta durante casi dos años”, dijo Andrew Kuchins, experto en Rusia en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, sobre la relación Obama-Putin. “Ninguno de los dos se agrada para nada. Pienso que hay un profundo grado de falta de respeto”.
Aunque Siria no está oficialmente en la agenda de la cumbre del G20, centrada en temas económicos y financieros, algunos funcionarios del gobierno de Obama consideran que el presidente ve el encuentro como una oportunidad para presionar a sus contrapartes para que apoyen una intervención militar contra el régimen sirio.
Desde Rusia, la presidenta del Consejo de la Federación de Rusia (Senado), Valentina Matviyenko, pidió al líder de la mayoría en el Senado de Estados Unidos, el demócrata Harry Reid, que evite un ataque contra Siria. En una carta, la legisladora dice: “Me dirijo a usted con el llamamiento de que haga todo lo posible para que el drama en Siria no se convierta en una catástrofe regional a gran escala”.
Matviyenko afirma que aún no se han agotado todas las vías diplomáticas para la solución pacífica del conflicto y llama a Reid a evitar “pasos fatídicos”.
“Es necesario renunciar a decisiones precipitadas y analizar con sentido común las destructivas secuelas de un posible ataque. La más terrible de todas es la muerte de miles de civiles, incluidos mujeres y niños (…) beneficiaría a los grupos extremistas y radicales en Oriente Medio”.
Congreso dividido
Al regreso de Obama desde Rusia comenzaría el voto sobre el conflicto en Siria en ambas Cámaras, donde los legisladores de los dos partidos mantienen posiciones muy encontradas en torno al caso. Por esa razón el vicepresidente Joe Biden suspendió un viaje a Florida y permanecerá en Washington para seguir presionando a los congresistas para que apoyen una acción militar en Siria.
Antes de partir a Rusia, Barack Obama pidió que el Congreso emita un voto “rápido” contra Siria. “Quiero enfatizar una vez más que lo que estamos diseñando es algo limitado, algo proporcional, que degradará las capacidades (del régimen del presidente) Bachar al-Asad”, dijo ante los principales líderes republicanos y demócratas en el Congreso.
Pruebas de fuego
JERUSALÉN. Israel y Estados Unidos realizaron una prueba del sistema de defensa antimisiles Arrow, que detectó y rastreó el objetivo: un misil Sparrow de mediano alcance. El ejercicio se realizó el martes en el Mediterráneo, en una aparente exhibición de fuerza militar mientras el gobierno de Barack Obama busca el apoyo del Congreso para atacar al régimen del presidente sirio Bachar al-Asad.
En Moscú se confirmó que los sistemas de radar rusos detectaron dos “objetos balísticos” lanzados desde el Mediterráneo central hacia la parte oriental del mar, reportaron las agencias RIA Novosti e ITAR-Tass. AGENCIAS
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