El Grupo de Trabajo de Energía del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi) pide que en la reforma energética se determine una regulación fuerte y autónoma de la industria eléctrica, petrolera y de hidrocarburos.
“Es una verdad sabida que una industria en proceso de apertura, si no tiene aparato de regulación fuerte, si no tiene un Estado fuerte, pues cae en una serie de vicios como depredación de solo a unos, de dominancias, faltas a la competencia, incluso violaciones a la regulación ambiental y de seguridad”, dijo a 24 HORAS Miriam Grunstein, integrante del Comexi.
En un documento, Comexi resalta que la discusión sobre la reforma energética debe alcanzar tres objetivos necesarios: garantizar certeza jurídica de largo plazo, definir parámetros amplios para la discusión reglamentaria y aprovechar oportunidades económicas de corto plazo.
Grunstein afirmó que estos aspectos implican un interés público pero también el de las empresas para que haya un trato justo, mediante reglas de competencia, especialmente cuando hay nuevos actores económicos que entran en el negocio, como es el caso con la propuesta de reforma energética que busca la apertura de la industria petrolera a la inversión privada.
“No estamos proponiendo un modelo regulador en sí, sino estamos señalando la necesidad impostergable de que la regulación energética se tome muy en serio y que no sean únicamente reguladores de papel, como históricamente hemos tenido en México”, precisó.
Agregó que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), las cuales están actualmente a cargo de regular el sector energético del país, no podrá mantener una regulación robusta, si continua el monopolio de Petróleos Mexicanos (Pemex).
“El Estado difícilmente puede regular al Estado y más si es monopólico porque ahí el regulador tiene permanente conflicto de interés”, advirtió.
“La regulación se facilita en la medida que haya competencia. Es como un proceso de retroalimentación. La competencia ayuda a la regulación y la regulación ayuda a la competencia”, añadió la experta.
Por esta razón, el grupo de trabajo del Comexi pide una regulación autónoma del sector energético mexicano, como lo propone en parte la propuesta de reforma del Partido Acción Nacional, pero la normalización debe ir aún más allá de una autonomía constitucional.
En su opinión personal, Miriam Grunstein comentó: “La (propuesta) del PAN sí le dan autonomía constitucional a los reguladores, pero fuera de la autonomía constitucional no hay un modelo de regulación robusto y digamos que la Secretaría de Energía siempre ha sido desconfiada del aparato de regulación. De hecho, la Sener preside el consejo de administración de Pemex. Entonces, no es fácil insertar un regulador fuerte cuando has tenido una Secretaría celosa de la regulación misma”.
No obstante, el grupo del Comexi no se quiso pronunciarse sobre el tema de la corrupción en Pemex “porque es algo de lo que todo mundo habla y nadie nunca prueba”, pero también porque no le compete a expertos en energía investigar, sino a las autoridades ministeriales.
“En la medida en que no hay funcionarios procesados por cuestiones de corrupción, la corrupción sigue siendo una fuertísima y fundada sospecha, pero no hay expedientes penales que acrediten qué tan grande o qué tan fuerte es la corrupción en Pemex”, explicó Grunstein.
Para el grupo de trabajo era importante expresar comentarios sobre la reforma energética para que los políticos discutan sobre los temas de importancia para el sector, es decir la regulación, la competencia, el marco jurídico y la seguridad.
“Lo que propone es Grupo que es un Estado rector fuerte, competencia, justicia intergeneracional, seguridad, puede caber en la (propuesta) del PRI y en la del PAN. Depende de que tan robusta quede en las leyes secundarias la del PRI, porque está muy abierta. Los objetivos que propone el Grupo de Trabajo de Comexi podrían quedar bien asentados en la del PRI y en la del PAN. La del PAN más específicamente porque habla más de competencia y también habla sobre un fondo de administración de ingresos petroleros”, indicó Grunstein.
La experta detalló que en su opinión el Poder Legislativo abusó en algunas materias, especialmente en la reforma de telecomunicaciones, para poder todo en la Constitución, lo que hace que “las reglas de las industria sean demasiado rígidas”.
“La reforma de telecomunicaciones está teniendo muchos problemas en su implementación precisamente porque el artículo constitucional quedo muy densamente escrito. No pasaría eso con la reforma energética porque la reforma que está proponiendo el presidente Peña es muy general. No creo que vaya a quedar tan detallada como quedó la de telecom. La del PAN es bastante más detallada que la del PRI, pero tampoco como la de telecom. La de telecom es extensísima, lleva la Constitución a un grado realmente impresionante de detalle”, lamentó.
Por esta razón, espera que no pase lo mismo en con la reforma energética, pero dependerá de las leyes secundarias que se implementarán luego de su aprobación.
Miriam Grunstein concluyó que para permitir que se lleven a cabo las transformaciones en Pemex y volverlo competitivo, se debe quitar el control del precio, establecer políticas laborales más eficientes y mejorar su productividad.