La concurrida calle de Madero en el Centro Histórico de la CDMX fue el escenario de protestas por parte de volanteros y promotores de ópticas y estudios de tatuajes el sábado 24 de octubre, quienes aseguran haber sido llevados ante el Juez cívico en varias ocasiones en lo que va del año, ya que dicha práctica se prohibió sin tener una respuesta clara de la razón.
Jesús, volantero desde hace un año y actual protestante, comentó que “lo que pasa es que ahora ya no hubo contrato con el gobierno y mandan a los policías a retirarnos, nos llevan al juez cívico y pagamos multas que van desde $200 hasta $950, sin embargo te hacen esperar unas horas ahí para que pierdas el día.”
El entrevistado agregó que “las multas las pagan nuestros patrones pero pues no es negocio para ellos ni una situación cómoda para nosotros, por eso ya no repartimos volantes, hemos optado por simplemente ofrecer el servicio para que no nos lleven.”
Jesús, al igual que los otros cerca de 50 manifestantes, lo hacen directamente contra el gobierno de la CDMX de Claudia Sheinbaum pues aseguran que “fue la Jefa de Gobierno quien quiso quitar a todos los volanteros, sin embargo en otros lugares del Centro Histórico a otros volanteros no se les hace nada porque hay dinero debajo de la mesa”, concluyó el entrevistado.
El levantamiento de los volanteros empezó desde febrero del 2020, sin embargo no había sido visibilizado hasta ahora, debido a la suspensión de actividades debido a la pandemia derivada del COVID-19.
Hasta el momento, los protestantes no han recibido ninguna respuesta por parte del gobierno, para evitar ser llevados optaron por dejar de repartir volantes y solamente promover los servicios de manera oral.
PL