Sólo ocho días las Fuerzas Armadas y la Policía Federal atendieron la situación de emergencia por inseguridad en Cunduacán, Tabasco. Quitaron los retenes y los delitos retornaron al municipio, ayer fue secuestrado el padre del alcalde, Teófilo Ovando.

 

Se llama Feliciano Ovando Ramón y regresaba de su rancho ubicado en la comunidad de Gregorio Méndez, Cunduacán, cuando un comando se lo llevó y no se han comunicado aún con la familia. Es ganadero, pero en la zona no es considerado un hombre rico.

 

A partir del 25 de julio, 400 agentes federales llegaron a Tabasco, después de que el gobernador Arturo Núñez solicitara el apoyo a la Secretaría de Gobernación, ante lo que denominó una situación de emergencia frente a la violencia. Elementos del Ejército y la Marina también se incorporaron a las tareas de prevención del delito y persecución de grupos criminales.

 

El mandatario tabasqueño reconoció que detrás  de los secuestros podrían estar Los Caballeros Templarios. Las autoridades federales reconocen que en la entidad también operan Los Zetas, los cárteles del Golfo y de Sinaloa.

 

Pero el apoyo federal duró poco, apenas ocho días, y no hubo un solo detenido. El 2 de agosto, los retenes de las Fuerzas Armadas y policías estatales dejaron de colocarse en las calles de los distintos puntos identificados como de alto riesgo, tal fue el caso de Cunduacán.

apasco

Municipio en peligro

 

En sólo unos días, a mediados de julio, en Cunduacán fueron asesinadas dos menores con extrema violencia y también una mujer; además fueron secuestrados un niño de 14 años, hijo del líder cacaotero local José Hernández; así como dos comerciantes de ropa y carne, el notario número 1 del municipio y presidente de Colegio de Notarios de Tabasco, Heberto Taracena Ruiz, y también Lelio Hernández, nieto del ex edil Juan Armando Gordillo.

 

Ayer, en plena luz del día, se reportó el secuestro de Feliciano Ovando Ramón, padre del actual presidente municipal.

 

Las estadísticas oficiales revelan que Tabasco atraviesa una crisis delictiva, como publicó hace unas semanas 24 HORAS. Los secuestros se multiplicaron por diez, las extorsiones se triplicaron, y los robos se dispararon.

 

Los datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) evidencian que en el primer semestre del año se cometieron 40 secuestros, lo que colocó a la entidad en el cuarto lugar a nivel nacional.

 

Las extorsiones se triplicaron. En este año la Procuraduría del estado recibió hasta junio 86 denuncias, mientras que en el 2012 hubo 57 casos. Y robos con violencia se reportaron cuatro mil 890 casos en el mismo periodo, siendo la entidad del sur del país con mayor incidencia en este delito.

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