El ombudsman nacional, Luis Raúl González Pérez, aseguró que desde su creación, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) no había enfrentado un complejo tan demandante como el actual, donde la violencia y casos como los de Tlatlaya, Apatzingán o Tanhuato hacen a la sociedad exigir investigaciones exhaustivas, imparciales, diligentes y objetivas.
Durante la ceremonia del 25 aniversario de la CNDH, González Pérez recordó otros casos emblemáticos de violación de los derechos humanos como Aguas Blancas, Acteal, San Francisco o Chalchihuapan, que a pesar del tiempo es responsabilidad de la Comisión que ni se olviden ni queden en la impunidad.
Aunque la situación de los derechos humanos cambió positivamente en los últimos hace 25 años, añadió, persisten temas como la tortura, desaparición forzada y la situación de los migrantes que transitan por México, lo cual impone la necesidad de revisar si este tema es un eje en la toma de decisiones dentro del gobierno.
Otro reto que destacó González Pérez es el contexto de violencia por el cual pasa el país, pues pone en riesgo la vigilancia de los derechos humanos y genera una alerta para quienes vigilan su cumplimiento. Por eso, la prueba para el Estado es enorme, y debe de ir más allá de la reacción, debe de partir de la solución de los problemas que los originan.
“Los niveles de violencia que se viven generan una nueva realidad a la que no nos debemos de acostumbrar y que nos demandan acciones responsables y compromisos inmediatos para ser atendidas”, dijo.
En el evento del aniversario de la CNDH asistió el presidente Enrique Peña Nieto, quien comentó que ahora el reto del país es pasar de un Estado de derecho a un Estado de derechos, y mucho contribuirá el nuevo Sistema Penal Acusatorio que entrará en vigor el próximo año.
El presidente destacó que con los cambios institucionales en al Sistema Penal se logró agilizar los juicios, reducir la impunidad y asegurar la impartición de justicia, lo cual tiene como resultado una disminución en las recomendaciones de la CNDH contra las instituciones de seguridad y justicia.
Y para apoyar al Estado de derecho, México tiene a la Comisión Nacional de Derechos Humanos para contribuir con su talento, capacidad y esfuerzo.
