Foto: Quadratin / En este país con tan altos índices de inseguridad, la labor de las mujeres en las fuerzas de seguridad pareciera ser un hecho inimaginable, sobre todo si son madres; sin embargo, para ellas es algo común que debería ser una sorpresa para la sociedad.  

En este país con tan altos índices de inseguridad, la labor de las mujeres en las fuerzas de seguridad pareciera ser un hecho inimaginable, sobre todo si son madres; sin embargo, para ellas es algo común que debería ser una sorpresa para la sociedad.

GUARDIAS QUE LUCHAN DIARIAMENTE

Confiar en su trabajo, en los compañeros y en sus habilidades, y ponerse en las manos de un ser superior, son estrategias que utilizan las madres pertenecientes a la Guardia Nacional (GN) para mantener la esperanza en que terminará bien su día y volverán a ver a sus hijos.

Para la guardia Michelle Ramírez parte de su seguridad para salir a las calles es llevar su protección personal, “si vamos muy bien equipados, tenemos un chaleco que cuenta con cuatro placas que nos protege principalmente la cavidad donde están los órganos, tenemos chaleco, rodilleras, coderas y pues las botas que nos permiten una mayor facilidad de trasladarse a los lugares para hacer las cosas operativas”, indicó.

“Soy católica, cada vez que despertamos agradecemos por un día más, de que estemos aquí, tengamos salud y pues podamos seguir estando fuertes para nuestros familiares más que nada, y para mi hija”, externó.

Un momento que le gusta es cuando los niños los saludan. “Incluso te gritan: ‘quiero ser como usted de grande”, compartió Michelle.

Por su parte, la guardia Rosa Isela Garibay expuso que por fuera, la vida de operativo es más peligrosa; sin embargo, señaló que antes de salir y por ser creyente, se persignaba y pede a Dios regresar con bien, porque Morelia siempre ha sido un lugar conflictivo, pero por fortuna en las instalaciones de la GN les ofrecen equipo táctico que los protege.

MUJERES MILITARES AL FRENTE

Para las mujeres militares acapulqueñas, quienes enfrentan una difícil labor al mezclar su responsabilidad de servir a su país y ser madres para ser un ejemplo para sus hijos, esta responsabilidad las llena de orgullo.

Gisela Guadalupe Córdova Suárez, mamá de un bebé de dos años, es sargenta segunda auxiliar conductora, maneja camiones de 6.5 toneladas y transporta a 31 compañeros a sus servicios.

Inicia su día desde las 5:00 horas, es vecina de la colonia Zapata, donde vive con su esposo militar y su mamá. A su bebé lo cuidan sus suegros en la Ciudad de México por lo complicado de sus horarios.

Convive con su hijo un fin de semana en el mes, festivos o vacaciones, y se considera muy “aventada y rejega” al estar en un servicio que se pensaba sólo de hombres.

Destacó que portar el uniforme la hace sentirse orgullosa, ya que “impone bastante” y “no es cualquier cosa, es mucha responsabilidad”, porque no todos pueden entrar a las fuerzas armadas.

POLICÍA TAPATÍA

Jessica Ávalos, una de las 444 mujeres madres de la Policía de Guadalajara -donde hay tres mil elementos-, quien sale todos los días con algo de temor, pero sobre todo con el objetivo de ser un orgullo para sus hijos.
Ella es una de las agentes en línea que vigila el Centro Histórico en el grupo Libras disfruta cuidar a turistas y locales, pero sobre todo ser un buen ejemplo para sus menores.

Portando con orgullo el uniforme, Jessica contó que en ningún momento se sintió en la necesidad de elegir entre la maternidad y el trabajo, ni que tenga que sacrificar su familia o su desarrollo en su profesión. Además de que hay que dejar de estigmatizar a las mujeres en ciertas profesiones.

 

ORGULLO DE MAMÁ

Soy católica, cada vez que despertamos agradecemos por un día más, agradecemos de que estemos aquí(...) para nuestros familiares más que nada, y para mi hija”

MICHEL RAMÍREZ
GUARDIA NACIONAL EN MICHOACÁN

(El uniforme) me hace sentir orgullosa, ya que impone bastante y no es cualquier cosa, es mucha responsabilidad porque no todos pueden entrar a las fuerzas armadas”

Gisela Guadalupe Córdova
MILITAR EN GUERRERO

No tengan miedo, se puede, siempre y cuando luchen por lo que quieren; (hay que) esforzarse para poder formar parte de algo que te gusta y mezclar el rol de mamá y de trabajadora”
JESSICA ÁVALOS
POLICÍA DE GUADALAJARA

LEG