El prestigioso Hotel Intercontinental de la capital de Kenia, Nairobi, ha sido condenado a pagar 2 millones de chelines (unos 16.800 euros) a una clienta que hace veinte años fue expulsada y posteriormente detenida porque los camareros la confundieron con una prostituta, informan hoy medios locales.
El incidente, que sucedió en 1998, provocó “gran humillación y vergüenza” a la mujer, Winfred Clarke, que ahora recibirá una indemnización total de 3 millones de chelines (unos 25.000 euros), ya que el tribunal condenó también al entonces fiscal general a abonar 1 millón de chelines.
Clarke aseguró ante la corte que fue al Intercontinental a tomar unas cervezas con una amiga y que un guardia de seguridad la paró por no ir acompañada de un hombre; posteriormente, los camareros del bar la describieron públicamente como una mujer de “cuestionable conducta moral” y se negaron a atenderla.
Sus intentos por explicar que era una mujer casada no tuvieron éxito y el personal de seguridad la expulsó del hotel.
Por tanto, y pese a que el hotel se ha defendido al asegurar que el comportamiento de la mujer era inadecuado y que la intervención policial era necesaria, el tribunal considera que Clarke sufrió “discriminación, vergüenza y humillación”.
Todo esto, añadió el juez, podría haberse evitado si la dirección del Intercontinental “hubiera actuado de manera cívica”.
TFA