El obispo de Saltillo, Raúl Vera López, planteó ante indígenas zapotecas la necesidad de iniciar en México una revolución pacífica, para alcanzar el sueño de que la autoridad provenga del pueblo y desde las comunidades.
Desde Guelatao de Juárez, la tierra del Benemérito de las Américas, aseveró que para lograrlo la única forma es impulsar una Constituyente Ciudadana Popular como un nuevo pacto que permita repensar la sociedad y la nación.
“Queremos refundar la nación, esa es una las razones que me trajo hasta acá, a Guelatao”, aseguró el prelado ante unas doscientas personas y acompañado del pintor Francisco Toledo el pasado viernes.
En el marco del Día de la Expropiación Petrolera, este 18 de marzo, lamentó que las reformas concretadas hasta ahora sólo favorezcan a gobernantes y firmas extranjeras.
“Esta es otra de las gracias que han hecho éstos (las autoridades federales), devolver nuestras fuentes de energía para que sean utilizadas por potencias extranjeras, a través de empresas transnacionales a las que les darán los réditos de las ventas del petróleo, cuando debieran quedar aquí”, señaló.
Quien fuera obispo coadjutor junto a Samuel Ruiz en Chiapas, denunció la “política de sangría” que priva en el país y que utiliza incluso al crimen organizado para crear desestabilización y vaciar pueblos llenos de riquezas naturales, a fin de facilitar su explotación a grandes transnacionales.
Por ello, dijo, “tenemos que conformar ya una verdadera democracia”.
El integrante de la Comisión de Facilitadores de la Constituyente aseguró que para que nosotros como pueblo podemos ser los conductores y rectores de nuestro país, debemos crecer en autoridad y capacidad organizativa.
“Es importantísimo que lleguemos a tener una Constitución que refleje la realidad de lo que somos como nación, con todos los derechos y obligaciones; que de ahí compartimos todos, ya no queremos ser una nación en la que unos cuantos deciden”, añadió.
La Constituyente Ciudadana convoca a elaborar un nuevo pacto constitucional entre gobierno y gobernados que sea construido desde abajo, con las grandes mayorías relegadas por el poder, mujeres, indígenas, personas en condición de pobreza y todos los sujetos sociales que deseen participar, preocupados por lo que pasa en el país.
Vera ha destacado con antelación que esta iniciativa trata de acoger todas las voces y aspiraciones de los mexicanos, ello sin “superliderazgos”, sino con los pasos necesarios para acrecentar la conciencia política de todos los ciudadanos.