El consumo moderado de aceite de oliva contribuye a reducir el riesgo de enfermedad cardiaca al ser un excelente antioxidante, mantiene en control el nivel de colesterol, protege contra el Alzheimer y puede evitar complicaciones por diabetes.

 

Este producto de origen vegetal, tiene un alto contenido de ácidos grasos monoinsaturados (77%), y tan sólo una cucharada proporciona 8% de la cantidad diaria recomendada para la vitamina E, que está vinculada a disminuir el proceso de envejecimiento de las células.

 

Del mismo modo, contiene polifenol, otro antioxidante natural que no se encuentra en ningún otro aceite y que tiene propiedades benéficas para proteger al cuerpo contra las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.

 

Al tener una mayor cantidad de ácido graso monoinsaturado (MUFA) que otros aceites vegetales, ”, al reemplazar las grasas saturadas en la dieta.

 

Este ingrediente que puede incorporarse a muchos alimentos o puede ayudar a fortalecer los vasos sanguíneos, proporciona nutrientes que ayudan a mantener las células del cuerpo.

 

El grupo alimentario español Deoleo, mencionó que la abundancia de antioxidantes del aceite de oliva, ayuda a reducir los efectos del estrés oxidativo que sufren las personas que viven con diabetes, como la neuropatía diabética.

dpc

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