La baja presión sanguínea, que ocasiona mareos o desmayos a quien la sufre, puede ser ocasionada por la gran cantidad de actividades que realiza la persona afectada, no comer bien y a sus horas, no dormir correctamente, o simplemente una complexión física menuda, de acuerdo con médicos consultados por 24 Horas.

 

La presión arterial se mide con los latidos del corazón y la sangre que se bombea a los distintos órganos. Se dice que la presión es baja cuando el bombeo es menor a 90/60, lo que provoca mareos, nubosidad en la visión y hasta desmayos porque la sangre no está llegando correctamente al cerebro y al corazón.

 

El lunes pasado, mientras se reunía con organismos civiles, la candidata del PAN a la Presidencia, Josefina Vázquez Mota, sufrió un mareo que atribuyó a una baja de presión.

 

José Luis Aranza, subdirector médico del Hospital General zona 32 del IMSS, explicó que este problema tiene que ver con una deshidratación, problemas en las glándulas suprarrenales, una hemorragia o el tamaño de la persona.

 

“La presión baja puede presentarse sobre todo en mujeres de baja estatura y poco peso. Eso no quiere decir que sea patológico, pero debido a su tamaño su presión es menor a la del resto de la población”, indicó.

 

Sin embargo, aseguró que el estrés y el exceso de trabajo no son el factor que detona este problema. “Al contrario, el trabajo, el estrés y una agenda rigurosa no lleva a que la presión suba porque hay un exceso de hormonas que aumentan la frecuencia cardiaca”.

 

Por su parte, Jorge Amézquita, investigador del Departamento de Atención a la Salud de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco, señaló que el estrés sí tiene que ver, porque el sistema nervioso provoca un descenso en el sistema vascular periférico y el corazón bombea sangre más lento.

 

A esto pueden sumarse problemas de presión, hormonales o incluso una diabetes, que pueden manifestarse en una crisis de angustia, un problema cardiovascular o un infarto.

 

Los dos médicos coincidieron en que la primera recomendación para una persona con presión baja es acudir al médico a un chequeo completo, para determinar cuál podría ser la causa.

 

No obstante, pueden seguir con sus actividades cotidianas, a un ritmo más moderado.

 

También se recomienda hacer una vida más moderada, con horarios de comida establecidos, una alimentación balanceada y dormir lo suficiente.