Todas las personas que desciendan de los judíos que emigraron a México, sean o no practicantes hoy en día, pueden acceder a la nacionalidad portuguesa para obtener el pasaporte europeo que les permite residir, estudiar, trabajar, en cualquier país de la Unión Europea.
El despacho de abogados
GoyGentile señaló en un comunicado que se encarga de hacer un minucioso estudio genealógico e histórico con el fin de encontrar la raíz Sefardí de cada persona que la posea, para que ella y su familia puedan acceder a la nacionalidad portuguesa.
Este derecho es para todas las personas que desciendan de los judíos que sufrieron las atrocidades de la Inquisición, sean o no practicantes.
Familias con apellidos tales como los Almaida, Avelar, Bravo, Carvajal, Crespo, Duarte, Villareal, La Paloma, Pinto, Pimentel, Torres y Viviana, entre otros, provienen de tradición judía sefardí y por lo tanto tienen derecho a solicitar el Pasaporte Europeo gracias a esta ley, señala el comunicado.
Si una persona cree tener antepasados sefardíes debe contactar con el despacho GoyGentile para que su equipo de historiadores consigan rastrear el origen sefardí de una familia y junto a GoyGentile se comience el trámite para solicitar la nacionalidad portuguesa por origen sefardí.
La palabra “Sefarad”, de origen bíblico hebreo, significa Península Ibérica; de aquí surge el término “Sefardíes”, que distingue a los judíos que vivían en dicha región antes de la Inquisición.
Es importante resaltar que dicho término se mantiene actualmente para los judíos que vivieron hace más de 700 años en España y Portugal ya que sus tradiciones, idioma y sentimiento de pertenencia se han mantenido a través de los siglos.
La historia de los judíos en México inició con los conversos (también llamados criptojudíos) que acompañaron a Hernán Cortés en 1519, y continuó durante el periodo colonial (1521-1821) ya que las circunstancias políticas de la época lograron el libre tránsito de mercaderes criptojudíos desde Portugal y España hasta varias regiones de América Latina.
La migración hacia la Nueva España inició en 1530 y por varias décadas estas familias pudieron vivir en paz, incluso integrándose en la élite mexicana.
Debido a que la conversión y asimilación era obligatoria, muchas familias mexicanas actualmente no tienen conocimiento sobre su origen judío sefardí.
Por su parte, los judíos que decidieron no convertirse, emigraron a países como Siria, Turquía, Líbano, Marruecos, Grecia, Egipto y naciones de Europa, continuando así con su tradición gracias a que en estos países existía la libertad de culto.
Para los judíos practicantes, la adquisición de la nacionalidad europea es muy sencilla. Un rabino debe certificar su condición de judío sefardí y con este documento el despacho de abogados acompaña a los solicitantes durante todo el procedimiento.
Tanto España como Portugal aprobaron leyes para “repatriar” a los judíos sefardíes y sus descendientes. En España el plazo para obtener dicha nacionalidad venció en octubre del año pasado, dejando a muchos interesados por fuera.
México fue el país que registró el mayor número de solicitudes para adoptar la nacionalidad española por origen sefardí. En total fueron 33 mil 653.
Portugal se presenta como una segunda opción para las personas que no optaron por el pasaporte español.
Desde hace un año está incrementando la cantidad de mexicanos que buscan conseguir una segunda nacionalidad que les permita un pasaporte europeo como consecuencia de la situación política y económica en México.
El pasaporte portugués es el quinto pasaporte más valioso del mundo. Permite acceder a 185 países sin necesidad de visa.
El pasaporte europeo permite residir, estudiar, trabajar, en cualquier país de la Unión Europa como cualquier ciudadano perteneciente a la misma.
Este pasaporte también da acceso a la seguridad social portuguesa.