Las actividades en el campus central de la UNAM se desarrollaron con normalidad este jueves, un día después de que miembros de la Secretaría de Seguridad Pública del DF (SSPDF) ingresaron a Ciudad Universitaria tras un enfrentamiento con anarquistas que permanecen en el auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras.

 

Tras la acción de las fuerzas del orden los grupos que ocupan el recinto universitario alegaron la violación de la autonomía universitaria. Este jueves, personal del área de comunicación social de la Universidad aclaró que las autoridades no emitirían un pronunciamiento al respecto.

 

La tarde del miércoles, un grupo de jóvenes marchó desde el parque La Bombilla a Ciudad Universitaria en protesta contra la posibilidad de ser desalojados del auditorio. Al llegar a Rectoría hicieron pintas afuera de la torre e intentaron bloquear la avenida Insurgentes, lo que devino en un enfrentamiento con granaderos de la SSPDF, quienes al perseguir a sus agresores ingresaron a territorio universitario.

 

El hecho provocó que en redes sociales decenas de usuarios se pronunciaron entre la noche del miércoles y el jueves en contra de la «violación» a la autonomía universitaria tras el ingreso de policías al jardín conocido como «El Edén».

 

Ayer, alrededor de la Rectoría y el auditorio en disputa permanecía la calma. Incluso fueron pocos los elementos del cuerpo de vigilancia Auxilio UNAM los que rondaron las áreas. Sólo en Rectoría hubo un incremento en la seguridad  para ingresar al inmueble.

 

A unos metros, afuera del auditorio en disputa, conocido por la comunidad como «Che Guevara», la vida académica transcurría con normalidad: los estudiantes entraban y salían de la facultad o de la Biblioteca Central de la UNAM, que se encuentra a un costado; y los puestos de artesanías y libros siguieron con su comercio cotidiano.

 

La mayoría de los jóvenes universitarios parecían ajenos al conflicto en torno al auditorio, incluso algunos se mostraron indiferentes ante un hecho que, dicen, «ocurre cada semestre».

 

«Desde que ingresé a la facultad hay distintos colectivos disputando el control del auditorio y pugnando por su gestión. Distintos grupos pasan cada semestre a pedir firmas de los estudiantes para apoyar la ‘autonomía’ del Che Guevara», comentó Itzel, alumna del último semestre de la licenciatura en Letras Clásicas.

 

En las jardineras y explanadas alrededor del recinto, grupos de jóvenes platican, comen o leen. Al interior del auditorio, el comedor que mantienen desde hace años los colectivos funcionaba con normalidad y por la tarde se impartieron talleres como el de baile.

 

Sin embargo, en la parte central del inmueble el grupo llamado «okupas», que mantiene el control del auditorio desde diciembre pasado, realizó este jueves una asamblea que en principio se anunció como abierta y finalmente fue de acceso restringido.

 

Luego de concluir esta reunión, pasadas las seis de la tarde marcharon por el campus central de la UNAM gritando consignas para dejar claro que no entregarán el auditorio Justo Sierra a las autoridades universitarias.

 

Al mismo tiempo, en el jardín Rosario Castellanos de la Facultad de Filosofía y Letras, alrededor de 150 alumnos de distintas carreras realizó otra asamblea donde demandaron que la gestión del auditorio sea tripartita, con la participación de estudiantes, académicos y trabajadores.

 

No obstante, maestros y trabajadores de la facultad consultados por este diario negaron que se les haya invitado a conformar una comisión para administrar las actividades en el «Che Guevara».

 

«La mayoría de la comunidad universitaria continuamos con nuestras actividades. Si usted ve son muy pocos los estudiantes que están metidos en el conflicto, y hasta el momento no han solicitado la intervención de maestros o trabajadores para conformar una comisión que gestione el auditorio», señaló Sergio Sánchez, profesor de Letras Modernas.

 

La movilización de los colectivos que disputan el auditorio se da luego de que el martes la UNAM dio a conocer en un comunicado que académicos, trabajadores y 39 mil 159 estudiantes de la UNAM exigieron mediante un documento la devolución inmediata del espacio.

 

De acuerdo con la Universidad, el texto fue firmado por miembros de 17 facultades, cinco escuelas, 20 institutos, 13 centros, nueve planteles de bachillerato e integrantes de dependencias administrativas.