De enero a mayo, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) registró mil 186 quejas de las aerolíneas que operan en país, de las cuales mil ocho fueron conciliadas, es decir 85%.
La mayoría las inconformidades son por demoras, reservaciones o vuelos cancelados, así como la negativa al cambio del vuelo, devolución del importe pagado y al pago por pérdida o deterioro del equipaje. Se estima que se atienden de 20 a 46 quejas en un día.
Ayer, pasajeros del vuelo 644, de la Ciudad de México con destino a Los Ángeles, California, de Aeroméxico, despegó con una hora de retraso, sin que las autoridades tomaran medidas. El vuelo fue reprogramado para las 14:45, pero el estatus del vuelo en las pantallas indicaba que estaba pendiente para las 15:10.
El 27 de junio la Profeco aplicó multas por 22.4 millones de pesos a Volaris, Interjet, Aeroméxico, VivaAerobus y JetBlue Airways, por realizar cobros indebidos por la primera maleta documentada en vuelos desde la Ciudad de México a Estados Unidos y Canadá, lo que contraviene disposiciones de la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC), la Ley de Aviación Civil (LAC) y su reglamento.
Ese mismo día entró en vigor la reforma a las Leyes Federales de Protección al Consumidor y de Aviación Civil, la cual establece sanciones a las aerolíneas nacionales y extranjeras que incumplan con sus servicios, entre ellos, los retrasos injustificados.
De acuerdo a las modificaciones, las aerolíneas deben informar a los pasajeros a través de medios electrónicos y en módulos de atención las causas de retrasos, demoras y cancelaciones en vuelos.
En caso de retraso imputable a las aerolíneas, deberán indemnizar a los pasajeros de acuerdo con el artículo 47 Bis de la Ley de Aviación Civil.
En casos de demoras superiores a una hora e inferiores a cuatro horas se compensará de acuerdo a las políticas de cada empresa, se ofrecerán descuentos para vuelos en fecha posterior hacia el destino contratado y se brindarán alimentos y bebidas, entre otras.
caem