El biólogo marino Michel André lleva años rastreando y buscando sonidos en el fondo de los océanos y prácticamente, afirma, no hay rincones sin contaminación acústica, lo que tiene en ocasiones un impacto irreversible en la vida marina
El biólogo marino Michel André lleva años rastreando y buscando sonidos en el fondo de los océanos y prácticamente, afirma, no hay rincones sin contaminación acústica, lo que tiene en ocasiones un impacto irreversible en la vida marina