El fuego que afectó la catedral derritió 350 toneladas de plomo, que convertidas en cenizas se esparcieron en el inmueble y sus cercanías en un radio aún sin determinar
El fuego que afectó la catedral derritió 350 toneladas de plomo, que convertidas en cenizas se esparcieron en el inmueble y sus cercanías en un radio aún sin determinar