Los policías financieros accedieron a la cuenta personal del empresario abierta en el IOR y confirmaron que recibía allí cuantiosos pagos que, al contrario, debía haber recibido la empresa luego declarada en bancarrota
Los policías financieros accedieron a la cuenta personal del empresario abierta en el IOR y confirmaron que recibía allí cuantiosos pagos que, al contrario, debía haber recibido la empresa luego declarada en bancarrota