“Echo de menos nuestra casa en Jaghori, aquí no tengo un balón y no puedo jugar al fútbol o salir fuera”, lamentó el joven a Efe en Kabul, donde él y su familia se refugia desde hace dos semanas
“Echo de menos nuestra casa en Jaghori, aquí no tengo un balón y no puedo jugar al fútbol o salir fuera”, lamentó el joven a Efe en Kabul, donde él y su familia se refugia desde hace dos semanas