Un intenso sol de mediodía también fue parte de la algarabía entre los asistentes, a quienes no importó hacer largas filas para esperar su turno de pegarle a la piñata
Un intenso sol de mediodía también fue parte de la algarabía entre los asistentes, a quienes no importó hacer largas filas para esperar su turno de pegarle a la piñata