La pandemia obligó a los individuos a refugiarse en el mundo cibernético, incluyendo a los criminales, quienes se aprovechan del anonimato y confianza que transmiten las redes sociales para realizar ciberataques
La pandemia obligó a los individuos a refugiarse en el mundo cibernético, incluyendo a los criminales, quienes se aprovechan del anonimato y confianza que transmiten las redes sociales para realizar ciberataques