Salpimienten muslos y pechugas, pongan en una sartén una cucharadita de aceite y frían los muslos cinco o seis minutos, hasta que la piel quede apetitosamente crujiente. Resérvenlos al calor
Salpimienten muslos y pechugas, pongan en una sartén una cucharadita de aceite y frían los muslos cinco o seis minutos, hasta que la piel quede apetitosamente crujiente. Resérvenlos al calor