“Conozco a un alto funcionario de no sé qué, que me dice que me puede enviar lo que yo le diga a casa. Y yo, de coña, le pido un kilo de cocaína que el tío me envía”, narra La Mala Rodríguez
“Conozco a un alto funcionario de no sé qué, que me dice que me puede enviar lo que yo le diga a casa. Y yo, de coña, le pido un kilo de cocaína que el tío me envía”, narra La Mala Rodríguez