Las escaleras del Cerro del Fortín lucen también vacías, nada que ver con todos los años pasados en donde los puestos de comida típica, ropa tradicional, música y antojitos tradicionales llenaban cada escalón que conducía al auditorio
Las escaleras del Cerro del Fortín lucen también vacías, nada que ver con todos los años pasados en donde los puestos de comida típica, ropa tradicional, música y antojitos tradicionales llenaban cada escalón que conducía al auditorio