Un ejemplar de ballena picuda de Bahamonde, varada en la playa de Otago, isla sur de Nueva Zelanda, despertó intriga entre los científicos, debido a que esta especie es la más inusual del mundo y nunca se logró documentar un avistamiento con vida.
Un ejemplar de ballena picuda de Bahamonde, varada en la playa de Otago, isla sur de Nueva Zelanda, despertó intriga entre los científicos, debido a que esta especie es la más inusual del mundo y nunca se logró documentar un avistamiento con vida.