Fernando Hernández Gómez, el árbitro que agredió Lucas Romero, tuvo la suerte de no llegar a la sanción máxima que establecía el reglamento oficial: 15 partidos de inhabilitación
Fernando Hernández Gómez, el árbitro que agredió Lucas Romero, tuvo la suerte de no llegar a la sanción máxima que establecía el reglamento oficial: 15 partidos de inhabilitación