La famosa estadounidense, una vez liberada, señaló que no es fácil para una persona de 81 años entrar y salir de una camioneta de la policía sin usar las manos y agregó que “las esposas de plástico duelen más que las de metal”
La famosa estadounidense, una vez liberada, señaló que no es fácil para una persona de 81 años entrar y salir de una camioneta de la policía sin usar las manos y agregó que “las esposas de plástico duelen más que las de metal”