Desde los 12 años, la artesana de origen hñahñú pasaba horas perfeccionando la técnica de sus puntadas, y hoy sus obras se exhiben y comercializan en el Fonarte
Desde los 12 años, la artesana de origen hñahñú pasaba horas perfeccionando la técnica de sus puntadas, y hoy sus obras se exhiben y comercializan en el Fonarte